Por fin alguien está mostrando algo de cordura en este lio que ha montado la RIAA en contra de los «piratas» que descargan música a través de software de P2P (peer-to-peer). El juez James P. Jones, en un juicio que se ha descargado sobre el representante de un sitio de Torrents, ha dejado resonar palabras de sensatez y lógica en lo que parece más bien una mala novela de Televisa que una intento por hacer valer verdaderos derechos.
«Those who download movies and music for free would not necessarily purchase those movies and music at the full purchase price,» Jones wrote. «[A]lthough it is true that someone who copies a digital version of a sound recording has little incentive to purchase the recording through legitimate means, it does not necessarily follow that the downloader would have made a legitimate purchase if the recording had not been available for free.»
«Aquellos que descargan peliculas y música gratis no necesariamente comprarían esas peliculas y música al precio de venta total,» escribio Jones. «Aunque es verdad que alguien que copia una version digital de una grabación de sonido tiene poco incentivo para comprar esa grabación a través de medios legitimos, no necesariamente se asume que el que descarga habría hecho una compra legitima si la grabación no hubiera estado disponible de manera gratuita.»
El texto fue tomado del este articulo de Ars Technica.
Como saben bien según los lloriqueos de los de la industria discográfica cada vez que bajas una canción en Internet de manera ilegal «Miles de personas se quedan sin trabajo». Esto, si usas una onza de tu cabeza, no sucede en realidad, y gracias a este juez se sienta un precedente. La forma agresiva y aprovechada en la que la que la industria ha querido demostrar su poder con la esperanza de generar miedo en los consumidores no ha tenido lugar ante la razón. Lo que la industria debería de estar haciendo es una reflexión sobre su participación en todo el espectro de lo que es un medio para artistas músicos y los melomanos que los escuchan.
Cabe aclarar en este momento, que pese a la postura de Eufonia y en especial de un servidor respecto a lo que sucede con la música y la industria que la envuelve, no queremos fomentar conductas ilegales en nuestros lectores y escuchas. La piratería es ilegal mientras que la legislación permanezca como está. El camino correcto es modificar la ley para que se adhiera a condiciones más justas para el consumidor y para el artista, si en eso hay algo de negocio para un tercero que es la disquera, pues muy bien, pero no es absolutamente necesario.
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