El (hoy será llamado) «sujeto» que colocó («leakeó» o «likeó», para ser más exactos y más «pochos») tracks del último álbum de Guns N’ Roses fué sentenciado a un año de libertad condicional, y pasará los dos meses siguientes confinado en su casa además de permitir al gobierno hurgar en su computadora.

El susodicho «sujeto» quien se declaró culpable, alegó haber cometido la acción sólo por ser fan de la banda y no haber tenido la intención de hacer daño a sus ídolos.

A pesar de los esfuerzos por los demandantes (no se especifica si es algún tipo de fiscalía o qué, aunque seguramente representan a  la RIAA puesto que otro de los castigos fué grabar un anuncio anti-piratería para ellos) que solicitaban cárcel, el juez lo dejó salir puesto que a su parecer, el «sujeto» había aprendido la lección y no lo volvería a hacer.

La verdad es que será difícil conocer los motivos del autodeclarado culpablo, seguramente no hay el agravante de haber vendido el material por lo que parece creíble la declaración de fanático del «sujeto». ¿La única buena lección aprendida? No seas tan fanático de una banda, lo que hagas por ellos será utilizado en tu contra, más si la banda es Guns N’ Roses (y su «fabuloso» y «multipremiado» álbum, que seguramente no vendió lo necesario por culpa del multinombrado «sujeto»)… y si llegase a ser Metallica… aléjate corriendo de ahí.

PS: El «sujeto» tiene nombre y se llama Kevin Gogill…

La nota original en NME.com