Preparándome para trabjar en la reseña de The King Of Limbs de Radiohead (que tendré que escuchar algunas veces más, no por otra cosa sino para tratar de apreciarlo más y quizá influenciado por este post), mientras buscaba algunos datos, encontré algunas críticas negativas del material y me topé con los consejos de Everett True para quienes quieren ser críticos de música.
Es una especie de manifiesto para quienes quieren trabajar escribiendo para revistas, sitios, etc. establecidos, lo que NO nos describe -al menos a nosotros en este pequeño sitio- para nada. Existen varias aseveraciones muy crudas, muchas de ellas triste y apabullantemente ciertas y que aconsejan a veces lo contrario a lo que hacemos en este sitio («No trates de describir la música»), muchas que reflejan la crisis de la industria de la música y otras casi atemporales. De ninguna manera son ley o deben ser leídas con el mismo grado de importancia. Nadie tiene el poder de ser la ley de Dios y que por escribir algo todo sea válido, aunque las palabras para alguien puedan ser ciertas (ni el mismo True, como bien lo declara en su perfil de blog: «Mientras creas en mí, tendré el poder de Dios, cuando dejes de creer, simplemente desapareceré» ).
Afortunadamente, no escribimos para una gran revista o sitio. Tratamos de ver el arte en la música y disfrutarla como tal, en donde ciertamente habrá artistas sobresalientes y otros no tanto, incluso algunos que no debieron haber intentado serlo. Tampoco estamos ciegos a que la música se ha convertido en un negocio, para fortuna de algunos, nosotros incluídos (el acceso a la misma es impactante, la cantidad de bandas y artistas también) y para desfortuna, en muchos casos, del arte musical mismo: Sabemos que los músicos consolidados son parte de este negocio y sin embargo, todavía creemos que muchos de ellos viven para el arte, les hemos creído en entrevistas, lo hemos constatado al hablar con ellos, gente por lo general maravillosa que tiene el don de saber hacer música y -en muchos casos- vivir para ello. También hemos descubierto a musicos independientes con menos compromisos económicos, igual de buenos, que persiguen fines que van más allá del dinero.
A veces parecería que el mejor crítico es aquél que destruye sistemáticamente y con las frases más ingeniosas aquello que llega a sus oídos, iPod, estéreo, etc. Dense una vuelta por las críticas a Radiohead: Que si comienza a experimentar, porque experimenta, que si adquiere un sonido y no experimenta, porque «se queda estancado», que si saca el OK Computer, porque es muy progresivo y lo progresivo está vetado en muchos medios. Y no malinterpreten, no es un post para defender a la banda: esto ocurre casi con cualquier músico serio, no así (curiosamente) con los megastars pop (interesa más su vida personal que su música). ¿Lo más interesante? Radiohead no va a dejar de ser Radiohead, no va a dejar de vender lo que deba vender, no dejará de ser pirateado o no, por lo que alguien escriba: si a quien escucha la música le agrada, le genera algo, va a tratar de conseguirla, para lo que sea…
Porque la música debe generarte alguna sensación: un disco puede ser lo mejor para alguien y un bodrio para otra persona. Cada quien pone atención en detalles diferentes y en combinaciones de ésos detalles: las letras, el ritmo, lo repetitivo, el ruido, la distorsión, la claridad, la ejecución, la composición… Y aparte, como todo arte, llama a los sentimientos y estados de ánimo del receptor. Hoy puede no gustarme una canción o un álbum y tres meses después, cuando le vuelvo a dar una oportunidad, se convierte en uno de los favoritos. Finalmente, el gusto también se puede generar. Si no has escuchado detenidamente un género, puede no llamarte la atención… con la práctica (escuchar, escuchar y escuchar) comienzas a apreciar, si tienes la voluntad, las ganas y la tolerancia para hacerlo. Desde hace 11 años que estoy en el programa y gracias a mis compañeros de producción hemos todos comenzado a disfrutar otros géneros… por la práctica (en mi caso, el metal y la electrónica).
Aquí tratamos de que -si llegas a leer una reseña- puedas conseguir el material y que te haga sentido lo que lees, que puedas descubrir algunos sonidos porque no seas de los que se receta todos los créditos, que puedas tener alguna comparación que te haga buscar a otra banda… que, en fin, disfrutes. No hay descargas gratuitas si éstas no están permitidas, hay un esfuerzo por apreciar y, quizá por no seguir los consejos de True (este post tiene más de 800 palabras y no 400), no seamos tan leídos como otros sitios.
No sabemos si tenemos las credenciales para ser críticos. Lo mejor de todo es que no nos importa: escribimos aquí porque nos gusta y porque disfrutamos la música que nos llega, la que conseguimos y hasta la que compramos.
Puedes leer porqué hacemos lo que hacemos en nuestro pequeño manifiesto.
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Listening to Harry Nilsson – Without Her
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