Radiohead
The King Of Limbs (Independiente: XL Recordings, tdb Records)
2011 [downloadable 02.18/touchable 03.28]
[rock]
Prod: Nigel Godrich
Site: http://radiohead.com http://www.thekingoflimbs.com/
Eval: 4.5/5
Art(e): Stanley Donwood
Tracks
- Bloom (5:14)
- Morning Mr. Magpie (4:40)
- Little By Little (4:27)
- Feral (3:12)
- Lotus Flower (5:00)
- Codex (4:46)
- Give Up The Ghost (4:50)
- Separator (5:21)
Músicos/Musicians
- Thom Yorke – voz + guitarras + teclados
- Jonny Greenwood – guitarras + teclados
- Ed O’Brien – guitarras
- Colin Greenwood – bajo + programación + teclados
- Philip Selway – batería
con/with
- Noel Langley – flugelhorn (1,6)
- Yazz Ahmed – flugelhorn (1,6)
- The London Telefilmonic Orchestra (6)
Reseña/Review
Lo escuché varias veces, me esperé a tenerlo en formato manoseable para escucharlo en el estéreo lo mejor que pudiese: valió la pena.
Aunque tiene algunas estadísticas no muy promisorias: Desde The Bends este es el primer álbum que no llega a #1 en las listas (no lo ha hecho en ningún país) y el que tiene un menor puesto en las listas desde Pablo Honey. Lo único que me preocuparía es que esto le de alguna señal a la banda, que hasta ahora ha hecho caso omiso de este tipo de información: claro ha estado en los número 1 por mucho tiempo. Y con todo tipo de críticas al álbum (positivas y negativas) la banda sigue dando de qué hablar. ¿Lo bueno? A mí me gustó el álbum y es quizá el álbum que me volvió a regalar la sensación de ansiar la salida del trabajo de una banda… ¡Y lo disfruté, por más cosas extrañas que digan de la banda y de su música!
El álbum extiende lo generado en el In Rainbows, aunque de forma más etérea (y quizá hasta un poco más oscura y menos alegre o suave que en el anterior trabajo) con sus escasos 8 tracks que te dejan pidiendo por más (que saldrán en forma de EP’s seguramente, visiten el sitio del álbum: ya están Supercollider y The Butcher para quienes adquirieron a través del sitio) y es un álbum que seguramente agradará a fans y puede ser un descubrimiento para primerizos.
Bloom arranca el disco, con los ritmos aparentemente sincopados y donde los tambores parecen francamente programados (cuando la programación se nota por todos lados) y que a pesar de los flugelhorns que le dan una belleza a esa parte del track donde aparecen, puede no ser el comienzo esperado, lento, pausado pero definitivamente es Radiohead al mando.
Le da una introducción a la mucho más movida Morning Mr. Magpie, buenísima, la voz de Yorke convertida en un instrumento más -y el más reconocido- de la banda, entre gemidos, suspiros y angustias enmedio de un bajo increíble del Greenwood (Colin, el bajista, por supuesto) y con los punteos de las guitarras aderezados por los golpeteos de las batacas es una de los tracks que más he repetido. Lo toco y lo toco y no me canso.
Little By Little, de nuevo con el bajo en papel preponderante, pero aquí con una percusión que llena todos los espacios que la habitación donde estés te dejen (o para fines prácticos, lo que puedan llenar los diminutos earphones de tu ipod…) , mientras entra la voz en agudo de Yorke con las guitarras atrás haciendo de las suyas (cómo suenan bien y compenetradas las guitarras a lo largo del track, pónganles toda la atencion, cada una haciendo alguna travesura), se convierte en otro obligado del disco.
La velocidad del beat continúa en Feral, extrañísima, más sincopada, procesada, angustiosa que te mantiene al borde esperando cuándo comenzará la voz de Yorke a alentar todo como es su costumbre… pero no… el track sigue y sigue en el mismo beat entrecortado y mucho muy electrónico.
Con el cerebro todavía procesando entra lento pero contundente el bajo, las palmas, los sintetizadores sonidos y ruiditos por todos lados de Lotus Flower que Yorke había bosquejado desde el anterior trabajo solista, pero que con la banda adquiere otro nivel. Bajo y voz con ecos llenan este track de alma propia y no se puede ya disasociar del vídeo con Yorke bailando en blanco y negro. Batería y demás sonidos son la cortina sonora que adorna el track. ¡Fabuloso!
Los sonidos de piano y la voz rasposa del inicio abren Codex, un track suave, lento, cadencioso, como lo han hecho antes. Atención a los alientos (flugelhorns) cuando entran mientras Yorke los sigue (¿O son los alientos los que tratan de seguir a Yorke?).
Nuevamente ruidos y sonidos varios inician otro increíble track: Give Up The Ghost, que enmedio de pajaritos, arranca con una voz aguda (que será parte del background musical a lo largo del track) que luego será acompañada por una guitarra acústica, mientras Yorke entra con su voz con ecos… y luego sonidos como de trompetas… Sería un atrevimiento decir que es mi track preferido… pero lo pondré un par de veces más antes de continuar.
¡Listo! El disco no puede acabar mejor: Separator tiene de todo comenzando por la batería que nuevamente parecería que está programada… pero es Selway con un timing impresionante (es un metrónomo). Noten, nuevamente el bajo, más refinado en esta ocasión: un track donde la banda hace más y de manera más orgánica y natural quizá que en el resto del disco. Escuchen, por ejemplo las guitarras que arrancan a la mitad del track y se van apoderando de parte del escenario, sin opacar el resto de lo que sucede.
No puedo asegurarlo, debemos respetar todas las ideas y diversidad de lo que se escribe afuera si esperamos el mismo tratamiento aquí, pero quien no disfruta este disco parecería ser que dejó atrás la capacidad de seguir a una banda, esperar su material y saber emocionarse, pero sobre todo disfrutar un álbum expresamente hecho para ello, corto, directo y al cerebelo. ¡Gracias para los de Oxford!
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