Virgin anuncia no nada más el cierre del Virgin Megastore de Times Square en New York, sino también el de Union Square en la misma ciudad. Además del cierre de la Megastore de Market Street en San Francisco… templos de melómanos durante mucho tiempo y, la verdad, me entristece aunque es de esperarse con la caída que están apuntando las ventas de CD’s (mientras tanto, U2 saca su disco como en 4 versiones distintas).
Yo por mi parte, siendo un «albumófilo» o «albusaurio» (dícese de aquellas bestias antediluvianas que apreciaban y disfrutaban de los álbums y toda la parafernalia incluída (booklet, fotos, arte, desdoblados ridículamente complejos, anotaciones a mano de los artistas -como si fueran dirigidas a uno mismo-, el arte mismo del impreso del CD y hasta me emocionaba con las nuevas jewelboxes redondeadas que salieron en Europa) lo voy a resentir aunque tendremos que ver qué dirección tomará el formato all-digital (que ya estoy utilizando, pero que sé que en casi todos los casos tengo la opción de adquirir el CD): se manejarán portadas, pasará como con The Slip de Nine Inch Nails que cada track trae su propia imagen para que la veas en tu «toca-eme-pe-tres» (ahí en la esquinita inferior derecha en el iTunes o en la pestaña del Now Playing en el WMP, por ejemplo. ¿La calidad de los mp3’s subirá y se estandarizará? ¿Los créditos los veremos en los mp3 tags cuando utilicen músicos, productores, ingenieros, etc? Lo peor de todo es que las preguntas realmente son de «albumsaurus persistentus».
El sólo hecho de pararte en un Virgin Megastore era una experiencia. Por supuesto, puede que sobrevivan algunos meses más tiendas como Amoeba Records o Rasputin Music, pero parece inevitable. Probablemente se siga vendiendo esta especie en extinción que es el CD en tiendas por Internet, como Amazon y se cambie la charla con el vendedor/DJ de la tienda para recibir recomendaciones por el agente o bot que recomienda en dichas tiendas (y en las de downloads) en base a los gustos que le pones, etc. Además, te dan unos «maravillosos» 30 segundos de muestra en algunos casos.
Seguramente se ganará algo, mientras se pierde un poco de interacción persona-a-persona, otro rito ancestral que sólo los «elders» terminaremos recordando, sin poder pasar como parte de la tradición oral a los que vienen.
Sea pues, ¡Que nos llegó el progreso!
Fuente: New York Times
Deja un comentario / Leave reply