Jon Anderson & Rick Wakeman: The Living Tree


Jon Anderson & Rick Wakeman
The Living Tree (Gonzo Multimedia)
2010
[progressive]
Prod
: Rick Wakeman + Jon Anderson + Erik Jordan
Site: www.rwcc.com & www.jonanderson.com
Eval: 4/5
Art(e): Mark Wilkinson

Tracks

  1. Living Tree (Part 1) (4:04)
  2. Morning Star (4:30)
  3. House Of Freedom (5:38)
  4. Living Tree (Part 2) (4:37)
  5. Anyway And Always (3:51)
  6. 23/24/11 (6:25)
  7. Forever (5:33)
  8. Garden (3:23)
  9. Just One Man (4:46)

Músicos/Musicians

  • Jon Anderson – voz
  • Rick Wakeman – teclados

Reseña/Review

Este disco lo descubrí el año pasado casi en su salida, aunque lo adquirí en formato electrónico al inicio. Mientras retomamos conversaciones con nuestro viejo amigo Mack Maloney (quien también había sacado álbum el año pasado) quien arregló una entrevista algo accidentada con Jon Anderson en la que platicamos de este disco para recibirlo al inicio de este año en CD. Gracias Mack y gracias Jon por la entrevista, pero sobre todo por la música.

La verdad es que en varias ocasiones hemos discutido, ya sea con el Grillo o con Chuy cómo nuestros ídolos podrían llegar a envejecer musicalmente y normalmente vamos apuntando a que debe llegar una edad en la que las cosas deben tranquilizarse un poco, en donde quizá las funciones motoras y/o vocales deben adaptarse al cambio provocado por la edad y -por ende- la música adecuarse también. A veces puede llegar a dar pena una banda que con miembros en sus 60’s anden dando brincos por todos lados: comenzarán las caídas y se puede arriesgar en lo físico. Por muy bien que a algunos les haya parecido el Black Ice de AC/DC, por ejemplo, las cosas ya no son lo mismo y terminas diciendo que aunque la música está bien… parecería que dijésemos que está bien para su edad. Verlos es otra cosa.

Otros músicos cambian el rumbo sabiamente y pueden seguir sacando música que llame a los fans de hueso colorado o bien que atraiga a otras audiencias, navegando en géneros o subgéneros más suaves…

Con Yes, sin embargo ocurre algo curioso: su música ha tendido a ser más «tranquila» aún y con joyas progresivas como Siberian Khatru, Machine Messiah o The Gates Of Delirium en donde la velocidad viene del virtuosismo de los integrantes, pero incluso ahí, la calma prevalece… Agreguen a esto que siempre ha habido temas realmente suaves en el repertorio de la banda… parecería que hay un camino o patrón natural para la madurez (o el envejecimiento si quieres) hecho para que varios que hemos seguido a la banda y a sus integrantes, sigamos disfrutando y envejeciendo con ellos.

Dicho lo anterior, no sería bueno quedarse con la idea de que este es un disco de Yes «UnSquired», más bien estamos ante el trabajo de dos músicos que se conocen desde hace varios años ya y que deciden realizar una obra suave, bastante suave, pero no por eso no disfrutable: todo lo contrario. La vena progresiva está ahí, en un disco en donde sólo vas a escuchar la voz de Anderson y los teclados (muchas veces hasta discretos…. sí, escucharon bien, discretos) de Rick Wakeman en un disco que termina siendo un excelente compañero para cuando quieres estar tranquilo, escuchando música e incluso hasta pensando…

Sólo colocar el disco y escuchar las primeras notas de piano con telones de teclados que quieren pasar desapercibidos con la única intención de agregar profundidad a Living Tree (Part 1), inconfundible, sabes que todo está saliendo de los dedos impresionantes de Wakeman, que hace que tocar un teclado parezca la cosa más fácil (y que ya que intentas hacer algo parecido te sientes totalmente incapacitado). Entra el otro instrumento inconfundible: la voz de Anderson, que en estos tracks suaves, parecería a momentos que no ha perdido casi nada con el tiempo. Un track casi pastoral, que te deja con una sensación de tranquilidad, como mucho de lo que vas a escuchar en el disco.

Se da paso a un track más serio, más enigmático que en este caso podría llegar a ser un track del siguiente Yes, quizá hasta en cámara lenta, aunque es el que trata de escucharse más rock, más de volver a las raíces: Morning Star.

House Of Freedom, sigue con el mood del primer track… pausado, tranquilo, recordando los años de Anderson con Vangelis de alguna u otra forma…

Living Tree (Part 2) parece exhibir lo mejor de los años solistas de ambos músicos, sí es una continuación de la primera parte, pero y a estas alturas del disco, donde ya se descubre de lo que se trata, el sonido, el mood y todo lo que escuchas hace sentido y se mantiene con Anyway And Always y su sonido más sinfónico a cargo -todo el tiempo- de los teclados de Wakeman: un track a ponerle atención.

Forever parecería una tercera parte de Living Tree, por lo que parecería hasta cierto punto monótono en algún momento, sin embargo, ya hacia la mitad vuelve a aparecer la magia de los músicos cambiando las cosas (siempre dentro de la suavidad de todo el álbum).

Hay dos tracks en el disco que hacen una diferencia grande (e incluso comercialmente hablando podrían ser bien recibido): 23/24/11 uno de los mejores logrados por el dueto y la ligera Garden, casi un arrullo para niños… una maravilla de esas que te dejan flotando y viendo todo color de rosa.

El disco cierra con Just One Man sin cambiar en absoluto nada en el disco, y -como dije antes- dejándote con una tranquilidad pasmosa que quizá algunos necesitamos enmedio de estos tiempos violentos que estamos pasando.

Sí tuve que darle varias vueltas al disco, y en cada una fuí apreciando más y queriendo más la música de este par que son parte de mi DNA musical…

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